No sabía bien qué esperar y me sorprendió muchísimo. Aprender la técnica antigua y ver todo el proceso de la foto en vivo es algo que no se ve en ningún otro lugar. La ubicación es preciosa, el ambiente tranquilo y el anfitrión explica todo de una forma muy clara y apasionada. Terminar el día con tu retrato enmarcado, hecho con una cámara del siglo XIX, se siente súper especial y vale totalmente la pena.

Tomás Casademunt nos brindó una experiencia única. En un mundo saturado por las imágenes y los excesos de la información, esta experiencia logró llevarnos a los orígenes de la fotografía de la mano de un alquimista apasionado como es Tomás. La experiencia estuvo llena de asombro y poder descubrir la cámara gigante que él inventó fue una gran oportunidad. Gran experiencia, única!!!

Una experiencia inolvidable y única, de esas que se quedan para siempre en la memoria y en el corazón. Tomás Casademunt, reconocido artista contemporáneo, combina un pensamiento profundo y una investigación minuciosa sobre la fotografía análoga con la calidez y claridad para transmitir sus conocimientos de forma cercana y amena.
Todo está perfectamente organizado: desde el recibimiento, hasta los materiales de apoyo como libros y fotografías que ayudan a comprender, paso a paso, el fascinante proceso de emulsión, exposición e impresión de la placa fotográfica.
En un mundo saturado de imágenes digitales, presenciar la magia del colodión húmedo es un verdadero privilegio. Esta técnica centenaria permite seguir todo el proceso en vivo, desde la preparación hasta el revelado, que ocurre ante tus propios ojos.
Y como broche de oro: la oportunidad de entrar en su cámara gigante, un momento que se siente casi como cruzar el umbral a otra época, envuelto en un ambiente de misterio y asombro.

Experiencia increíble y única con un maestro de la fotografía.
Participar en la experiencia de Tomás no es solo una actividad, es un viaje en el tiempo a la era dorada de la fotografía. Desde el primer momento, Tomás te sumerge en el fascinante mundo del colodión húmedo, una técnica fotográfica del siglo XIX. Su pasión y conocimiento son evidentes en cada explicación, haciendo que un proceso técnico se sienta como una auténtica obra de arte en progreso. Ser retratado con la cámara Saturno es una vivencia inigualable. Tomás crea un ambiente relajado y profesional, y ver cómo la placa cobra vida frente a tus ojos es algo mágico. No solo te llevas a casa un retrato ambrotipo de 5x7'' y una fotografía enmarcada, sino que también te llevas un recuerdo imborrable y un profundo aprecio por un arte que pocos conocen. Recomiendo esta experiencia al 100%. Es ideal para cualquier persona interesada en la fotografía, el arte, o simplemente buscando una actividad única e inolvidable en la CDMX.